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  • Foto del escritorFelipe Londoño

El socorro y la protección divina

Una reflexión basada en Salmos 121:1-2


En medio de un mundo lleno de incertidumbres y desafíos, anhelamos encontrar seguridad y protección. Afortunadamente, en la Palabra de Dios, encontramos promesas que nos aseguran el cuidado constante de nuestro Padre celestial. En este artículo, reflexionaremos sobre el poderoso mensaje de los versículos 1 y 2 del Salmo 121, que nos invitan a confiar en el socorro y la protección divina.


El Salmo 121:1-2 nos dice: "Alzaré mis ojos a los montes; ¿de dónde vendrá mi socorro? Mi socorro viene de Jehová, que hizo los cielos y la tierra." Estas palabras nos revelan verdades profundas acerca de la naturaleza de nuestro Dios y Su disposición para cuidarnos.

  1. Buscando ayuda en el lugar correcto: El salmista inicia su reflexión con una pregunta retórica, alzando sus ojos hacia los montes, simbolizando cualquier fuente de apoyo terrenal en la que los seres humanos tienden a confiar. Sin embargo, el salmista nos muestra que nuestro socorro no proviene de las circunstancias o las capacidades humanas, sino que viene directamente de Jehová, el Creador de los cielos y la tierra. Nos invita a apartar nuestra mirada de las limitaciones terrenales y dirigirla hacia nuestro Dios poderoso y fiel.

  2. La fuente inagotable de socorro divino: El salmista proclama con certeza que su socorro viene de Jehová. Esta afirmación nos muestra que nuestro Dios es el proveedor de todo lo que necesitamos. Él es nuestro refugio seguro, nuestra fortaleza en tiempos de dificultad y nuestra provisión constante. No importa cuán grande sea nuestra aflicción, podemos encontrar consuelo y ayuda en Él, porque Él es fiel y capaz de responder a nuestras necesidades.

En un mundo lleno de desafíos y preocupaciones, el Salmo 121:1-2 nos recuerda la importancia de poner nuestra confianza en el Dios que creó los cielos y la tierra. Él es nuestra fuente de socorro y protección constante. Al dirigir nuestra mirada hacia Él y confiar en Su provisión, encontramos consuelo, paz y seguridad en medio de las tormentas de la vida.


Que este salmo sea un recordatorio constante de que no estamos solos y de que podemos confiar en el Dios todopoderoso que nos ama y cuida. Que nuestras vidas reflejen una confianza genuina en Su socorro y protección, y que inspiremos a otros a buscar Su ayuda en cada situación. Recordemos siempre que nuestro socorro viene de Jehová, quien es fiel y nunca nos abandona.



Devocionales cristianos | Felipe Londoño
Devocionales cristianos | Felipe Londoño

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